Muchas veces, idolatramos la negación y permanecemos atrapados por las luchas que se reducen a una simple negación del otro... o pasamos toda una vida buceados en el mar de la falta.
Es la vida de la subjetividad edípica y por la moral judaica-cristiana de culpa y resentimiento: nuestros remordimientos...
El nuevo sin embargo, en la vida y en la clínica, en la política yen los amores, es un proceso que se da a través de la afirmación, de la divergencia y de la creatividad...
No es resiliencia; es resistencia e insurgencia...
No es un milagro, es producción...No es fruto caido en el margen de los caminos; es actitud de sembrar, abonar, regar, cuidar... para que florezca y frutifique... en fin, para que alvorezca.
Es la vida que se produce en campos de la construcción, realización, experimentación, vivencia crestiva e innovación radical.
Así, camina la humanidad...
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